Joe Biden, el vicepresidente de los Estados Unidos, se reunió con representantes de la industria de los videojuegos recientemente. Como era de esperarse la reunión se llevó a cabo para recopilar las opiniones sobre las propuestas e iniciativas promovidas por el gobernador de Nueva Jersey, el republicano Chris Christie, a raíz de los recientes tiroteos de Connecticut y Los Angeles.
Christie apuntó, que a raíz de los recientes eventos, existe la necesidad de abordar varios temas entre los que destacan la violencia en los videojuegos, la violencia doméstica, el tratamiento de las enfermedades mentales y el consumo de drogas. Christie no cree, como otros políticos estadounidenses, que el control sobre las armas en sí mismo sea una cuestión a tratar.
Joe Biden, por su parte, se reunió por su parte con representantes de la ESA (que regula los videojuegos en Estados Unidos), además de la cadena de tiendas GameStop y grandes empresas del sector, como Take-Two o Electronic Arts. Aunque los detalles de la reunión no han sido revelados, John Riccitello, director de Electronic Arts, declaró que el gobierno «no está culpabilizando a la industria del videojuego. Lo cierto es que ni siquiera sabemos si algunas de las cosas que la gente asume que influyen en la violencia tienen siquiera algún tipo de impacto».
Eso sí, es la primera de una serie de reuniones con múltiples sectores sociales e industriales que incluyen también a medios de comunicación, cine, la Asociación Nacional del Rifle, asociaciones feministas, ecologistas y un largo etcétera.
El objetivo de dichas reuniones será acordar una serie de recomendaciones que se presentarán al presidente Barack Obama, el día de hoy, 15 de enero.